Las heroínas no siempre cumplen con los cánones de belleza de Hollywood. No todas bajan escaleras como en un anuncio de perfume ni beben cerveza en cámara lenta. Los héroes, por su parte, no suelen llevar los calzoncillos por fuera ni una capa ondeando al viento. Tampoco hablan con una voz que parece salida de una cueva.
Si no estuviste el sábado 31 de mayo en el gran evento del AEROMUSEO, tal vez sigas creyendo en esos estereotipos. Pero ese día, los verdaderos héroes se presentaron sobre dos ruedas, con cascos, chalecos, tatuajes… y corazones enormes.
Héroes de carne, hueso y gasolina
Aquella mañana, el museo se llenó de motoristas. Nada de músculos exagerados ni trajes brillantes. Hombres y mujeres normales, con historias a cuestas y muchas batallas vividas a lomos de sus caballos de hierro. Vinieron con un propósito claro: donar sangre.
Y lo hicieron. Uno tras otro, aportaron su gota para salvar vidas. Porque eso es lo que hacen los héroes, aunque no salgan en portadas ni tengan un tema musical épico de fondo.
Los voluntarios: alma invisible, fuerza imparable
Desde las 8:00 de la mañana, los primeros voluntarios ya estaban manos a la obra: montando carpas, preparando mesas, enfriando bebidas… logística pura para recibir a las numerosas asociaciones que llegarían durante el día. Se instaló el autobús de donación, se desplegaron camillas en la terminal histórica y comenzó la misión: alcanzar las 200 donaciones.
¿Lo conseguiríamos?
Una logística con corazón
Cada grupo fue tomando su lugar en la plaza del museo. Mientras tanto, empezaban las donaciones y se activaba nuestra particular torre de control:
- Un voluntario a la simulación.
- Otro al DC9.
- Otro al DC3.
- Otro al Convair 440.
La idea era clara: que nuestros visitantes heroicos se sintieran cuidados, cómodos y bien acompañados.
Una sonrisa, un superpoder
Pero sí… hubo héroes con cuerpos esculpidos y capas brillantes. Spiderwoman, Logan y Batman también se dejaron ver. Vinieron con la Asociación Superhéroes, Un niño una sonrisa, que visita hospitales para llenar de ilusión los pasillos y las habitaciones.
En vez de frío clínico, llevan risas. En vez de jeringas, abrazos. Su labor: sanar con alegría. Durante el evento recogieron fondos y juguetes para seguir su maravillosa misión.
Final de jornada, con récord incluido
A las 14:00, aún había cola de donantes. Se pidió una pequeña prórroga, y cuando por fin cerramos las puertas del autobús, la emoción era palpable.
Mientras sonaban los acordes de MCFLY’S Rock, los donantes disfrutaban de tapas y bebidas. Y entonces llegaron los datos:
📍 169 donaciones efectivas. ¡Nuevo récord!
No llegamos a las soñadas 200, pero estuvimos cerca. Y ya tenemos reto para el próximo evento.
Datos oficiales (Centro de Transfusión de Sangre de Málaga):
- Más de 225 personas se acercaron a donar
- Se atendieron 183 personas
- Se realizaron 169 donaciones
- 42 nuevos donantes
Gracias por ser parte del milagro
Desde el AEROMUSEO, damos las gracias a todas las asociaciones y voluntarios. Gracias por su entrega, su tiempo, su cariño. Gracias por creer en una causa que literalmente salva vidas.
Y una mención especial a nuestros amigos de “Un niño una sonrisa”. Porque en medio de un hospital, su superpoder se llama empatía. Y sí, una sonrisa también puede curar.
